VITAMINA D, LA GRAN DESCONOCIDA
Llevamos semanas oyendo la relación de la vitamina D y su utilidad en el tratamiento en pacientes con coronavirus. La vitamina D es la encargada de la adecuada absorción del calcio en el organismo, previniendo el raquitismo en niños y osteoporosis en adultos. Pero también es imprescindible para el buen estado del sistema inmune y cardiovascular. Actualmente se investiga su relación en la esclerosis múltiple, enfermedades respiratorias, intestinales, cardiovasculares, diabetes e incluso en algunos tipos de cáncer.
Existen diferentes maneras de poder sintetizar vitamina D en el organismo. Sin embargo, estas formas están muy limitadas para conseguir unos valores óptimos.
¿ES FÁCIL CONSEGUIR VALORES ÓPTIMOS DE VITAMINA D?
Existen diferentes factores que pueden ayudar a mejorar la absorción, pero esos mismos factores también nos lo pueden impedir.
- Tiempo de exposición solar: la exposición solar que hacemos es mínima y no en las mejores condiciones. Para conseguir una óptima absorción de vitamina D tendríamos que exponer la máxima superficie corporal el máximo tiempo posible que permita no llegar al eritema (es decir, que no ponga roja la piel), en horas en las que el sol está en su máximo ángulo de elevación (desde las 11 hasta las 16,30h).
- Latitud y altitud: en las latitudes de la península ibérica la absorción es prácticamente nula, sobre todo en invierno. En otoño, primavera y verano hay cierta absorción por cómo está posicionado el sol, pero ésta no es suficiente. Cuanto mayor sea la altitud, mayor síntesis de vitamina D hay, pero también más radiación solar y por tanto más agresión a la piel.
- Pigmentación de la piel: las personas con pieles blancas necesitan menos tiempo de exposición solar, mientras que las pieles morenas necesitan entre 2-3 horas.
- Edad: a mayor edad, menor capacidad de producción cutánea debido a los cambios estructurales en la piel. A partir de los 35 años desciende progresivamente, hasta los 70 años donde incluso es nula. En personas de edad avanzada que salen muy poco a la calle, la única manera de conseguir unos niveles adecuados de vitamina D es mediante la suplementación.
- Protección solar y otros filtros: las lociones de protección solar bloquean la acción del sol, bloqueando también la absorción de vitamina D por la piel. Filtros parciales como gorras, gafas de sol, sombrillas o ventanas también impiden la absorción de vitamina D.
- Vida de interior y modelo urbanístico: e+l estilo de vida actual (vida sedentaria) y el modelo urbanístico (espacios de interior, edificios altos, zonas pobres en arbolado, etc) influyen también en la síntesis de vitamina D. Por cuestiones de trabajo los adultos pasamos muchas horas en interior. Los niños pasan muy poco tiempo al aire libre. Son factures que impiden su absorción.
- Clima: nos refugiamos en espacios interiores, huyendo del frío o del calor donde no entra la radiación de sol.
- Contaminación: la contaminación ambiental juega un papel importante, filtrando los rayos UVB. La contaminación se expande tanto por la atmósfera (incluso kilómetros) que puede llegar a zonas de baja contaminación o zonas rurales.
- Alimentación: los alimentos que contienen vitamina D de forma natural son:
- Pescado azul, moluscos, crustáceos y derivados: Como el arenque, la caballa, el atún en aceite, los langostinos, aceite de hígado de bacalao, etc.
- Huevo: En la yema
- Lácteos enteros y derivados
Y en alimentos enriquecidos como:
- Bebidas vegetales
- Cereales de desayuno
- Zumos artificiales
Pero, ¿contienen cantidades suficientes? La respuesta es: NO.
El sistema agrario y ganadero ha cambiado mucho. Si las vacas pastan al sol, su leche tiene más cantidad de vitamina D que si lo hacen en una nave ganadera. Lo mismo ocurre con las piscifactorías, gallinas criadas en libertad o con setas que han sido secadas al sol.
Por más que reforcemos la dieta no llegaremos a los valores recomendados, debido a la carencia que tienen los propios alimentos.
- Sobrepeso u obesidad: en personas con sobrepeso u obesidad el tejido adiposo atrapa la vitamina D haya sintetizado nuestro cuerpo, impidiendo su circulación por la sangre y su disponibilidad.
- Estrés: el estrés físico, psíquico o químico genera una inflamación crónica de bajo grado, produciendo mayores requerimientos de vitamina D.
¿CÓMO PODEMOS SABER QUÉ CANTIDAD DE VITAMINA D TENEMOS?
Únicamente con una analítica, donde estudiamos los niveles de vitaminda D, y también de otros parámetros (paratohormona, calcio) que también son importantes en caso de necesitar suplementación de vitamina D.
ENTONCES, ¿QUE NOS QUEDA?
Por más que se reforcemos nuestra dieta, es muy difícil alcanzar o mantener los niveles óptimos de vitamina D. Muchos factores a nuestro alrededor nos lo impiden. Optar por la suplementación es la única opción. La suplementación deberá ser prescrita por un profesional sanitario, que pautará la dosis indicada según los resultados de una analítica. La autosuplementación está completamente desaconsejada, ya que hay que tener también en cuenta antecedentes médicos, contraindicaciones, interacciones farmacológicas etc.
Rosana Rabadán
Unidad de Nutrición - Clínica Medicálitas.